Como demuestran diferentes estudios, el cinturón de seguridad es el dispositivo más eficaz del que disponemos para prevenir las lesiones, e incluso la muerte, en caso de colisión por accidente de tráfico. Sin embargo, en España estamos a la cola de Europa en la utilización de este sistema de autoprotección (especialmente en las plazas traseras).
Ante esta situación, el Real Automóvil Club de España (RACE), en colaboración con la aseguradora Direct Seguros, ha elaborado un estudio para identificar las conductas de los españoles en lo referente al uso del cinturón de seguridad.
Situación en EspañaEl último informe al respecto databa del año 2003 y había sido elaborado por la DGT sobre una muestra de 900 vehículos. Ahora, el nuevo estudio, elaborado entre julio y septiembre de 2006, ha recogido los datos de 22.000 vehículos de 22 ciudades españolas.
Los datos oficiales de 2004 indicaban que el 36 por ciento de los fallecidos en carretera no llevaban puesto el cinturón de seguridad y este porcentaje aumentaba a un 42 por ciento en zonas urbanas. Por tanto, si tomamos los datos en conjunto: 4 de cada 10 fallecidos en accidentes con turismos no llevaba puesto el cinturón de seguridad.
Hay que recordar que, según la legislación vigente desde 1992, el uso del cinturón de seguridad es obligatorio para el conductor y los ocupantes de los asientos delanteros y traseros.
Pero, en España, siguen existiendo “falsos mitos” para no utilizar el cinturón: los desplazamientos cortos, las paradas frecuentes o circular a una velocidad reducida son algunas de las excusas más repetidas.
Quizás esto explique que en carretera se observe un mayor uso, mientras que en el entorno urbano se perciba como un lugar con menos riesgos de tener un siniestro y por tanto no se empleen todas las medidas de seguridad. Nada más erroneo.
¿Por qué este sencillo dispositivo resulta tan eficaz?La misión principal del cinturón de seguridad se basa en el concepto de retención, ya que nuestro cuerpo en un vehículo en movimiento está sometido a la inercia. Por ello, cuando nos desplazamos en coche a 120 km/h tenemos la percepción errónea de que nuestros movimientos están ligados a los del vehículo, pero no es así. De hecho, en el caso de una parada brusca o colisión, nuestro cuerpo mantiene la velocidad de origen, y es aquí donde interviene el cinturón de seguridad: para contrarrestar dicha fuerza.
Según un informe mundial elaborado por la OMS sobre traumatismos causados por accidentes de tráfico, el cinturón de seguridad tiene un efecto preventivo de hasta un 65 por ciento en el caso de las colisiones mortales.
Esto obliga a reflexionar sobre la importancia de las campañas de formación y concienciación de los conductores y los ocupantes de los vehículos, para que no subestimen los riesgos en los desplazamientos urbanos y, en especial, cuando van sentados en las plazas traseras.
Los principales datos del estudio demuestran que la mujer sigue siendo más responsable y prudente que el hombre a la hora de protegerse en el vehículo, con un 89,3 por ciento de uso del cinturón frente al hombre, con un 78 por ciento.
En cuanto a zonas, los conductores utilizan el cinturón en zona urbana en un 75,4 por ciento, frente a un 86,7 por ciento en carretera. Auque se perciba más peligro cuando circulamos fuera de la ciudad, muchos conductores desconocen que un impacto a 50 km/h de un adulto de 75 kilos, sin cinturón, puede ejercer una fuerza de impacto de más de 2 toneladas.
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